El proyecto presentado por el magnate estadounidense Sheldon Adelson con objeto de crear un macrocomplejo de ocio, juego y turismo ha suscitado muchas controversias, generando multitud de opiniones tanto a favor como en contra del mismo, los primeros en base a los miles de puestos de trabajo que parece ser podrían generarse con el referido proyecto y la mejora en la economía local que ello conllevaría y, los segundos en base a la vulneración de los derechos tanto laborales como sindicales que supuestamente trae aparejada la propuesta del citado magnate más el posible aumento de la prostitución o droga en la zona en la cual acabe situándose el citado complejo turístico.
Obviamente, a simple vista el proyecto puede parecer más que prometedor, al suponer una inversión de 17.000 millones de euros, generar supuestamente más de dos cientos cincuenta mil puestos de trabajo, cien mil de entrada sólo para la construcción del complejo, y al aportar un claro aumento del turismo, en concreto las cifras barajadas auguran diez millones de turistas nuevos anualmente, lo cual supondría un beneficio económico no sólo para los municipios que albergaran el citado complejo turístico, sino para todo el territorio nacional. Por lo que, ante dichos datos, quien iba a oponerse a tal oportunidad, sobretodo en la situación actual de crisis y de desempleo, la cual ha afectado duramente a los municipios del Baix Llobregat, una de las opciones barajadas por el Sr. Adelson para establecer su complejo.
Pero, obviamente siempre ha de existir un pero, no es oro todo lo que reluce, y son muchas las voces que se han alzado en contra del citado proyecto ante la incertidumbre suscitada por los múltiples requisitos exigidos por el citado magnate estadounidense para que se decante por nuestro país, entre ellas la modificación de leyes nacionales, fiscales, laborales, de extranjería e incluso penales.
Entre las condiciones exigidas sine qua non por el Sr. Adelson se encontrarían supuestamente las siguientes, convertir sus instalaciones en un paraíso fiscal, un periodo de exención de dos años respecto al pago de la Seguridad Social de sus trabajadores, a quienes tampoco se les aplicarían los convenios colectivos, estar exento del pago de impuestos, cesión del suelo, modificación de la Ley Antitabaco, permiso de entrada a los menores… etc, condiciones éstas muy discutibles, no sólo a nivel moral sino principalmente legal.
Por lo que, y sin poder decantarme por ninguna de las dos opciones, considero que se han de tener en cuenta muy detenidamente los pros y contras que conlleva la construcción del citado complejo, debiendo valorar sobretodo que el mismo suponga un beneficio final dirigido a la ciudadanía y no un aumento exclusivo de la fortuna del citado magnate.