Aunque según las estadísticas en los últimos años la tasa de criminalidad en España va en descenso y está por debajo de la media Europea, la inseguridad ciudadana es una de las problemáticas que en la actualidad más preocupan a los ciudadanos.
Dicha preocupación aumenta sobretodo en residentes de las grandes urbes, como por ejemplo Barcelona o Madrid donde, contradiciendo las estadísticas, aparentemente los delitos han aumentado en los últimos años o al menos ésta es la sensación general que tienen gran parte de sus ciudadanos.
Dicha circunstancia, como he indicado, es una de las mayores preocupaciones ciudadanas, dado que la misma influye en la vida diaria de sus residentes y de los turistas que se plantean visitarlas.
Cual debería ser la solución acertada para poner fin a la sensación de inseguridad ciudadana en nuestras calles, quizás más agentes de policía, leyes más duras, cumplimiento íntegro de las condenas, más educación en esta materia, menos publicidad en los medios de comunicación …
Verdaderamente no podría afirmar qué medida sería la más acertada, y probablemente una única medida no sería suficiente. Pero lo cierto es que existen múltiples cambios o medidas que podrían llevarse a cabo en nuestras ciudades, con el objeto de hacerlas más seguras a ojos de sus habitantes.
Considero que se puede afirmar, independientemente de las estadísticas, que hace años que pasear por algunos de nuestros barrios, sobretodo según a qué horas, se ha convertido prácticamente en una hazaña, por no decir en un acto de insensatez, como por ejemplo sucede con la Rambla de Barcelona, un lugar precioso, pero donde diariamente se acontecen un elevado número de hurtos o robos, sin importar la hora ni la presencia de los Mossos d’Esquadra.
Dicha circunstancia daña no sólo a las personas concretas que desgraciadamente pueden sufrir dichos actos delictivos, sino que también daña al conjunto de la ciudadanía, por la imagen que puede darse de la ciudad, algo sumamente importante, sobretodo a día de hoy, donde uno de nuestros mayores ingresos depende del turismo.
Verdaderamente alguna solución debería encontrarse a dicha problemática, dado que la misma entiendo está dañando seriamente la imagen de alguna de nuestras ciudades, ciudades preciosas y que sin duda vale la pena visitar.
Obviamente en una época como la actual, de crisis y recortes, es difícil, por no decir improbable, que puedan destinarse más fondos para aumentar la seguridad en nuestras calles, aunque quizás la solución no precisa el aumento de dichos fondos, sino su correcta aplicación en medidas que sean más efectivas, hecho éste que parece ser no se está llevando a cabo correctamente.